(Por Arturo Arroyo Velázquez.)
Mucho se ha hablado de la política comercial del actual gobierno entrante, lo cierto es que no existe hasta el día de hoy en ningún documento emitido por el actual gobierno una estrategia en materia de Comercio Exterior. Revisando el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 no incluye ningún programa de fomento a las exportaciones, todo se reduce en materia de infraestructura a la construcción del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” y al Programa para el Desarrollo del Itsmo de Tehuantepec, el cual contempla el Corredor Multimodal Interoceánico que modernizará el ferrocarril del Itsmo de Tehuantepec y los Puertos de Veracruz, Salina Cruz y Coatzacoalcos.
Analizando también la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para el 2019 tenemos que el gobierno estima percibir 70,292 millones de pesos por concepto de impuestos al Comercio Exterior. En comparación con el estimado el año anterior que fue de 47,319 millones de pesos, implica un aumento del 32.69%. No sabemos si este aumento se deba a que el gobierno ya preveía un aumento de las importaciones de Estados Unidos y de China, derivado de la guerra comercial que mantienen estas dos naciones.
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el 2019 tampoco muestra inversiones importantes en Infraestructura en los rubros asignados a la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en materia de modernización y de mejoras en puertos, aeropuertos, garitas fronterizas, ferrocarriles y aduanas. Por el contrario, uno de los principales programas de fomento al Comercio Exterior y atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) llamado “ProMéxico” tiende a desaparecer con el decreto de extinción publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 3 de mayo.
La política en general del actual gobierno está encaminada a apoyar a los más necesitados, todos los programas sociales son prioritarios para nuestro actual presidente y se está dejando a la deriva un sector que ha sostenido a la economía las últimas tres décadas. Es necesario que se dé un cambio de estrategia a la política económica, la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) envía señales negativas a todos los participantes del Comercio Internacional. La firma del Acuerdo T-MEC (Estados Unidos-México-Canadá USMCA, por sus siglas en inglés) requiere de una homologación en infraestructura y facilitación aduanera. El anteproyecto de reforma a la Ley Aduanera es un paso importante en contra de la erradicación de la corrupción dentro de las aduanas con la creación del Servicio Aduanero de Carrera encaminado a dotar a los servidores públicos aduaneros de incentivos para tener un comportamiento honesto y eficiente.
Sin duda esta Reforma es muy esperada por todos los participantes del Comercio Exterior en México, pero estas pocas acciones no son suficientes si no van de la mano con una planeación estratégica integral, que estimule la inversión y sobre todo la facilitación aduanera, si queremos aspirar a tener un crecimiento del 6% anual es necesario erigirnos como un país verdaderamente profesional y exitoso en política comercial y no como uno improvisado.
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